Cerca de 200.000 aficionados podrán pescar truchas en toda la comunidad.
La modificación de algunas normas motivo de controversia.
La temporada de pesca de la trucha levanta el telón este domingo en las cinco provincias de la zona norte de la Comunidad que permanecían en veda, tras haberse inaugurada ya el pasado día 20 de marzo la temporada de pesca en la zona sur de Castilla y León.
Cerca de 200.000 aficionados podrán pescar, hasta el día 31 de julio - salvo las excepciones provinciales al cierre de la temporada que establece la Orden anual de pesca-, las truchas existentes en algunos de los mejores ríos de la región.
La temporada de pesca, posiblemente la última en la que las truchas se podrán pescar en la modalidad de pesca con muerte en la aguas libres, comienza con alguna polémica que se ha suscitado en varias provincias de la Comunidad.
En el centro de esta porfía se encuentran los pescadores de cebo, algunos de los cuales no aceptan, como ya señaló RTVCYL en la apertura de la campaña en la zona Sur, el artículo 6.2.5. de la Orden anual de pesca que señala que, en todas las aguas declaradas trucheras se prohíbe el empleo de cualquier clase de huevas, larvas, ninfas y pupas de insectos pertenezcan o no a la fauna acuática local. .
Esta norma, que afecta fundamentalmente a los pescadores de cebo que siempre pescaron y utilizaron, como cebo el gusarapín, gusarapas, marabayos o pequeños invertebrados del río, no ha sido bien recibida por el colectivo, que incluso han recogido firmas en varias provincias de la Comunidad para que la Administración dé marcha atrás a una normativa que ha levantado ampollas entre los cañistas regionales que emplean esta técnica de pesca.
Los aficionados sí podrán pescar a cebo, con lombriz de tierra o insectos vivos adultos, pero para ello, con anzuelos considerados como muy grandes para la pesca de trucha, ya que tal y como señala el artículo 6.2.6.; en las aguas declaradas trucheras, para la pesca con cebos naturales permitidos únicamente podrán utilizarse anzuelos cuya distancia, medida en recto, entre el ojo y la parte inferior del anzuelo sea superior a 25 milímetros y la distancia entre la punta y el asta, medida perpendicularmente a esta última, sea superior a 9 milímetros. Este apartado no será de aplicación en los cotos intensivos.
Igualmente, y esta norma como la del cebo es extensible a las nueve provincias de la comunidad, existe controversia y desinformación para la utilización de cucharillas y señuelos artificiales, pues desde este año la normativa señala en el segundo párrafo del artículo 6.2.1., en todas las aguas declaradas trucheras, excepto en los cotos intensivos de pesca, si el aparejo de pesca está formado por 2 o más anzuelos, éstos deberán ir desprovistos de arponcillo. Esto último no será de aplicación en la modalidad de lance conocida como 'mosca a la leonesa', ' mosca ahogada' o 'con boya'.
Esto significa que, una tripleta, ancoreta o potera, que son como se denominan los anzuelos que portan cucharillas, devones y peces artificiales, se considera como anzuelo triple, y por tanto, deberán llevar todos sus anzuelos, los tres, sin arponcillo o rejón de muerte, o capar el señuelo y emplearlo únicamente con un anzuelo con muerte.
Igualmente sucederá cuando la pesca se realice a mosca seca y se pesque en tandem, mosca y ninfa colocadas a la vez, en la misma línea, en este caso también, y siempre, se utilizarán anzuelos sin muerte.
La nueva norma ha generado ya alguna denuncia por parte de la guardería medioambiental, aunque es cierto que en estas primeras jornadas de pesca desarrolladas en la zona sur regional los agentes están informando y no sancionando, en un principio, a los aficionados que desconocían la entrada en vigor de esta cláusula.
El cupo de capturas en las aguas libres para esta temporada de 2011 es de cuatro truchas por pescador y día, de una medida que sea superior a los 21 centímetros, cupos y medidas que en los cotos trucheros habrá que revisar, ya que cada acotado cuenta con su propia reglamentación específica.